Una Clave para diagnosticar la mielofibrosis es el crecimiento del bazo.
Este crecimiento puede generar dolor abdominal, ya que comprime otros órganos.
Alrededor de un tercio de los pacientes con MF no tiene síntomas al momento del diagnóstico.
Algunos síntomas de mielofibrosis pueden ser:
Aumento del tamaño del bazo.
Cerca del 85% de los pacientes con MF sufren aumento del tamaño del bazo.
El agrandamiento del bazo puede ir acompañado de dolor o molestias en el abdomen o debajo de las costillas izquierdas.
Pérdida de peso.
Fatiga.
Sangrado, moretones en las piernas.
Dolor óseo.
Sudoración nocturna.
Dificultad para respirar.
Prurito (picazón).
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